¡¡Hábitos alimenticios que debes dejar ya!!
A veces hacemos muchas locuras para lograr nuestro peso ideal, ¿quién no conoce a alguien que no desayuna o cena para adelgazar, o se alimenta a base de barritas o líquidos? ¿De verdad no se dan cuenta de lo que están haciendo a su cuerpo y que lo único que están ocasionando es subir más de peso que antes de empezar? En vez de matarte de hambre, hay algunos hábitos que te ayudarán mucho más y no afectarán tu salud:
1. Deja de tomar alcohol:
Después de tomar una bebida tus inhibiciones bajan y tu apetito sube, esta combinación – junto con las calorías extras que contiene cada coctel – hace que consumas cientos de calorías de más. Y eso pasa más seguido de lo que crees, porque muchas personas subestiman lo mucho que toman hasta que comienzan a registrar todo en su diario de alimentos. ¡La buena noticia! Cuando eliminas el alcohol de tu vida bajas de peso. Evita tomar alcohol durante 30 días, o haz el compromiso de limitarlo, por ejemplo tomar solamente una vez a la semana, o 2 veces al mes, ¡los resultados pueden ser dramáticos!
2. Elimina los alimentos de dieta:
Normalmente están llenos de miles de aditivos que no deseamos e ingredientes imposibles de pronunciar, y seamos sinceros, ¡simplemente no nos llenan ni satisfacen! Después de comer algún alimento dietético, te queda un hambre persistente y solo piensas en comida, lo que te lleva a mordisquear otras comidas, y como resultado, terminas comiendo más calorías que si hubieras preparado una comida saludable y satisfactoria.
Un estudio realizado en 2010 encontró que quemamos alrededor del 50% más de calorías metabolizando alimentos integrales en comparación a las comidas procesadas. Por eso, es más probable que pierdas peso cuando eliminas los alimentos de dieta y comienzas a comer más calorías de alimentos frescos e integrales.
3. No abuses de los alimentos saludables:
Es extremadamente bueno cuando una persona se enamora de los alimentos saludables como vegetales, lentejas, y granos enteros, pero lo único malo es que ¡a veces exageran! Por ejemplo, una persona puede cambiar su habitual comida de 5 tortillas por arroz integral, ¡¡lo cual es fantástico!!, pero la porción de arroz puede ser demasiado grande tomando en cuenta que esa persona se la pasó sentada frente a su escritorio todo el día, y además, a su ensalada le puso aguacate, que aunque es un alimento muy saludable, tiene demasiada grasa y hay que limitar su consumo; la verdad es que mientras que las comidas integrales son ricas en nutrientes y mejoran el metabolismo, no debes abusar de ellas. Para evitar esto, escucha las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo, y usa elementos visuales para guiar tus porciones. Por ejemplo, una porción de fruta debe ser del tamaño aproximado de una pelota de tenis.
4. No omitas comidas:
Durar largas horas sin comer puede causar dos efectos secundarios no deseados que afectan tu peso. Primero, es más probable que quemes menos calorías como una forma de compensar a tu organismo por no tener combustible cuando lo necesitaba. Segundo, incrementarás las probabilidades de comer de más en la noche, cuando tu actividad es menor. En pocas palabras, ¡el tiempo es importante!
Muchos estudios han encontrado que no solamente es importante tu consumo diario de calorías, si no también cuándo comes. Una buena regla que puedes seguir es: comer tus comidas más grandes antes de horas activas, comidas más pequeñas antes de horas menos activas y nunca dejar de comer por más de 4 a 5 horas.
5. No cuentes calorías:
La calidad y el tiempo de las calorías que consumes es crítico para lograr un buen peso, pero la práctica de contar calorías puede ser contraproducente. Un estudio mostró que aún sin limitaciones, el contar calorías hace que una mujer sufra más estrés. ¡Nadie quiere eso! Además, el aumento de estrés puede causar un aumento en el cortisol, la hormona conocida por aumentar el apetito, incrementando los antojos por comidas grasosas y dulces, y aumentar la grasa almacenada en el abdomen. Además, la información de calorías disponible en comidas empacadas o en los menús de los restaurantes no es perfecto, no decimos que la información de las calorías no tenga ningún sentido, pero puede haber maneras menos incómodas de lograr tu peso ideal.
6. DEJA DE HUIR DE LAS GRASAS BUENAS:
Comer las grasas correctas es una estrategia de peso muy inteligente. Las grasas saludables retasan el vacío en el estómago manteniéndote satisfecho por más tiempo. Estudios muestran que las grasas a base de plantas como el aceite de oliva y las nueces, aumentan las hormonas supresoras del apetito, aceleran el metabolismo y son fuentes ricas en antioxidantes. ¡Haz el propósito de incluir una porción en cada comida!
7. Deja de comer de manera emocional:
El hábito de comer por aburrimiento, ansiedad, enojo o incluso felicidad es por mucho el obstáculo número 1 que la gente tiene que enfrentar cuando intenta llegar a su peso ideal. Prácticamente se nos ha enseñado desde el nacimiento el conectar la comida con los sentimientos. ¿Quién no ha escuchado alguna historia sobre como personas han sido premiadas o consoladas con comida? Hacemos un lazo con los alimentos, usándolos como duelo, para celebrar o apaciguar los sentimientos incómodos o tristes. Es un patrón que es socialmente aceptado y superarlo es un desafío, más no imposible. Encuentra alternativas que no tengan nada que ver con comida para direccionar tus necesidades emocionales. Considéralo tu nueva resolución de Año Nuevo, este cambio puede ser el más importante e impactante para tener éxito con tu peso.
Ahora que ya conoces qué hábitos alimenticios te pueden afectar, es el momento de dejarlos a un lado, puede parecer difícil al principio pero con el tiempo serán parte de tu vida y los harás ¡sin siquiera pensarlo!